martes, 15 de julio de 2014

Game of Two: Cap 1 Pasiones Humanas

PASIONES HUMANAS 

Miércoles 5 de Marzo del 2014: 07:12 AM
[Jack]
—Jack.— Rebotaba inútilmente el llamado en mis oídos, viajaba por todas direcciones, los sentidos y el razonamiento lo perseguían pero no lograban capturarlo; poco a poco retornaba de nuevo a otro estado de conciencia. 
Quería despertar, o quizás solo el deber me ataba a dicha opción, la conciencia que oprimía mi pensar, lo planeado a lo largo de esta agonía, la presión del destino ¿seguiría siendo preso de las pasiones humanas que por naturaleza habitaban en mí? ¿Dejaría que me extirpasen lo que tantos años de disciplina mental que tanto me costaron adiestrar?, ¿escaparía de las decisiones ya tomadas?, ¿sucumbiría ante el universo? ¿Temblaría acaso mi cuerpo ante el poder del deber? ¿Mis palabras quedarían ahogadas en el tiempo a causa de mi inseguridad? Nunca antes me había costado tanto despertarme, mis párpados se rehúsan a cumplir las órdenes de mi cerebro. “Tengo que…”, Simples palabras, dichas por el común, dadas por la monotonía, leyes impuestas por la sociedad, prototipos de lo que hay que alcanzar en la vida, tu dirección y lo que arrastres hacia ella: puedes elegir lo seguro, estar en tierra firme con los demás, obtener lo que todos desean, viviendo al margen de una ley dictada por la mayoría; pero, digo yo, que más hermoso que una vida persiguiendo una meta imposible, trasparente y turbia a la vez, signo de debilidad y fortaleza que conviven ayudándose y liquidándose mutuamente, escalando por un hoyo estrecho e infinito de paredes muertas e hirvientes donde el sufrimiento es inevitable y la frustración del fracaso es un destino más que seguro. 
—Jack. 
Camino en un vacío oscuro, sin paredes o bordes cercanos y una ausencia total del suelo; sin embargo, cada pisada que doy deja atrás un sonido de vidrio al quebrarse, opto por ir de frente y creo que, conforme sigo avanzando, siento que algo está detrás de mí, en una de esas veces, giro rápidamente: no hay nadie. Sonrío aliviado y todos los músculos que se me tensaron en ese momento se relajan instantáneamente. Vuelvo mi cabeza hacia la derecha, abro los ojos demasiado al ver algo pasar fugazmente…, agudizo la mirada y veo que ese “algo” ahora está detenido y se mueve apenas por la respiración. Salgo de mi estado de estupefacción cuando  ladea la cabeza y comienza a avanzar hacia mi dirección; me doy vuelta bruscamente y corro lo más rápido que me es posible. Mi pulso se eleva hasta unos alarmantes 100, o quizás más, latidos por minutos, una capa de sudor frío cubre mi rostro, el aliento me falta y, el miedo y el cansancio me oprimen terriblemente el pecho. Me giro y veo dos ojos brillar entre la oscuridad, conforme más rápido corro y más tiempo transcurre, el quebrar del piso suena más fuerte, resonando en mi cabeza. No sé cuanto ha transcurrido: segundos, minutos o tal vez horas hasta que logre tropezarme y caiga, y consecuentemente el suelo se destruya totalmente, creándose una grieta que se propaga con perfecta rapidez por todo el suelo para luego sonar un fuerte estallido y enseguida explotar todo en millones de chispas del más puro y cristalino vidrio…, termino cayendo por un túnel que varía del color negro al marrón, del marrón a uno más rojizo, luego por uno gris con gotas serpenteantes de sangre que discurren cuesta abajo rápidamente por las paredes de aquel, trato de juntarme lo más posible a las paredes con tal de frenar la caída, cuando por fin las puntas de mis dedos logran tocarla, estas se vuelven blandas y siento como una mano sobresale de la superficie y me aprieta los dedos, alejo el brazo enseguida y se forman rostros gritando, manos arañando las paredes desde dentro, quejidos, cierro ambos ojos con fuerza, me cubro ambos oídos y grito. Entonces el túnel me escupe a otro mundo y caigo en lugar poblado de piedrecillas negras y grisáceas, me reincorporo y limpio ambas manos de las piedrecillas que se adhirieron a ellas. Expando el campo de mi visión y veo a quien creo era el que me estaba siguiendo.
 —Jack, te estoy hablando. 
Era muy distinto, en realidad en físico no se parecía en nada a mí pero sabía que era yo, simplemente lo sentía.
 —Levántate. Ahora. Debes empezar con tu trabajo ya. Ahora, Jack. 
Me miraba con ojos blandos y débiles, se inclinaba ligeramente hacia mí, me sonreía…  Intento acercármele un poco, entonces un ruido fuerte de algo quebrarse a lo lejos irrumpe en el ambiente hasta hacerse más fuerte y avanzar a gran velocidad hasta atravesar mis oídos en menos de un segundo como balas, me llevo lambas manos a los oídos, apretándolas muy fuerte contra mi cabeza en busca de una solución al desgarrador dolor y me pongo en cuclillas por reflejo propio, entonces un escalofrío poderoso se apodera de mi cuerpo y mi racionalidad se aparta de la escena y la contempla burlescamente. Respiro  fuerte para tranquilizarme, recupero la conciencia y logro dominar mi mente, en parte, y quito mis manos dubitativo de a pocos hasta ponerlas delante de mis ojos, observo extrañado que no hay rastro alguno de sangre o algo, que es lo que esperaba ante tal hecho. Apenas obvio esto, el entorno se torna agresivo de repente, todo muta a lo antinatural, los cielos ahora son de un rojo sangre intenso y las nubes que lo decoran son esta misma pero coagulada con pequeños trazos venosos latentes que siguen el ritmo de un pulso acelerado, mi pulso. El suelo se mece ondulante bajo mis pies, la estabilidad es escasa, las piedrecillas que visualizaba al inicio se extinguieron y en su lugar hay una masa de algo que parece ser ceniza, levanto uno de mis pies, los cuales estaban sumergidos en tal rareza hasta un poco menos de la mitad, observo como se escurre en grumos y salpica en la inestabilidad del todo abundante en el que mi acompañante y yo nos encontramos. Miro la suela de mis botas, confirmado, es sangre y ceniza. Conforme observo más detalladamente el ambiente en el que yazco atrapado, se rebela a la par que la inquietud y mi miedo van aumentando con cada segundo transcurrido, entonces fijo mi atención en él de nuevo y, ahora, lloraba, al notar mis ojos posados sobre los suyos se cubre el rostro con ambas manos con los dedos temblorosos y algo torpes, finalmente se encorva entre sollozos y agudos gemidos. 
—No puedo hacerlo yo, solo tú, nadie más. Sal de la cama, ahora. 
Me estremezco con el simple e insignificante sonido de su llanto ahogado, me conmueve y me aterra a la vez. Verme tan vulnerable e impotente ante todo mientras el mundo se destroza y no puedo hacer nada para evitarlo o dominar la situación, la historia de siempre, la historia de mi vida. Pero ya no. Le toco la cabeza vacilante, su cabello es blanco y fino, retiro la mano y veo que tengo algunos de ellos en mi mano, es tan… frágil, patético. El cabello entonces se hace polvo y desaparece en el viento, dejo escapar un suspiro, él se percata y su cuerpo da un leve sobresalto al contacto, me mira y fulmina con la mirada, se fija y detiene en cada uno de mis rasgos, los estudia, estira una mano que finalmente hace contacto con mi rostro, pasando un dedo por el borde de mis ojos, se queda petrificado con sus ojos clavados en los míos y su dedo en el rabillo de mi ojo izquierdo. Luego de un corto periodo de silencio extremo y un ambiente acechante, comienza una risa incipiente que crece hasta parecer el de un maniaco, la cual va empeorando y su cuerpo parece convulsionar de excitación, la piel se me pone de gallina pero mi gesto permanece inmutable, esta me incomoda y me causa terror a la vez, ¿dije algo gracioso acaso? 
—Jack. Ahora. 
La risa sube de tono y parezco escucharla en todas direcciones, mis sentidos están confusos y están alerta… “¡Huye!”, dice mi mente pero algo me ata a él, a mí, como sea. Entonces todo el ruido se extingue, quedando un silencio extrañamente incómodo y siniestro; ahora, nos encontramos, o me encuentro, en un lugar llano, el cielo blanco… nublado. El chico que se supone que soy yo está quieto, no puedo apartar la vista de él, espero algo… De la nada coge mi mano que estaba sobre su cabeza y se planta frente a mí, me la prieta muy fuerte, demasiado, tanto que siento mi piel desgarrarse y alaridos de dolor se ahogan dentro de mí, mi piel cede a sus filudas uñas y la sangre no tarda en correr por mi brazo, y recién me percato de que su piel es extremadamente pálida en comparación con la mía, que de por sí es muy pálida. Levanto la mirada hacia su rostro… Ahora soy yo con exactitud, pero de cabello muy blanco, ojos rojos y negros: no negros de color, sino que son extremadamente vacíos de alma y de vida, pero en contraste llenos de odio, frustración y tristeza. Se acerca a mi rostro tanto que solo algo de tres centímetros nos separan, se acerca  mi oído y ríe en su interior, lo siento. “¿De verdad crees lograrlo? Eres tan poco que ni puedes conmigo”, pronuncia sutilmente. Lo miro atónito, ¿qué quiso decir con eso? y por fin, emito algo, no tan firme como me hubiera gustado, “Pero… Tú eres yo.” El otro yo me mira complacido y se me hace un nudo en la garganta. “Por eso mismo”, dice finalmente entre jadeos y estalla en risa. Se ríe muy fuerte, y parece que mi actitud alimenta su sentir, se nutre de mí y lo siento en cada parte de mí, en cada célula… Le salen sangre de los ojos, los oídos, la boca y su piel se comienza a pegarse a sus huesos cada vez más y se torna algo azulada… Emite un último ruido y abre su boca, la abre demasiado que casi puedo ver su garganta, luego se abre anormalmente que no sé cómo es que su mandíbula sigue pegada a él, emite un ruido sordo, fuera de lo cotidiano, el suelo danza bajo nuestro y veo seres repugnantes salir a la superficie, cadáveres, cadáveres bañados en esa extraña masa, cráneos y extremidades incompletas. Miro uno en especial, a mi izquierda, que para mi sorpresa gira su cuello con dificultad hacia mí, ladea treinta o cuarenta grados la cabeza y suelta la mandíbula, quedando esta colgando de lado y empieza a gritar, si así se le puede llamar al sonido de dolor, agonía, miedo que se concentran en tal intensidad, otros de su especie salen a la superficie y estos ya no solo gritan, balbucean, emiten frases completas, de ayuda, piedad, imploran más tiempo y todas me acusan y reclaman mi cadáver en lugar de el de ellos, mis oídos se encuentran perfectamente, esta vez el ruido es lo de menos, las súplicas, la agonía, el poder van consumiéndome por dentro, agujerean mi alma y son poseedores de mi latidos, dueños y señores de mi ser. Grito todo lo que cualquier humano debe gritar para matar sus cuerdas vocales de un solo desgarro de voz. Me vuelvo hacia mí mismo en busca de socorro, pero no, este abre hacia mí sus fauces me devora. Todo se hace negro, de un negro rojizo y siento algo espeso recorriendo mi cuerpo, un olor putrefacto. “¿Resignación o desafío?”, escucho la voz a duras penas mientras el hilo que me ata a la vida se hace cada vez más fino, permanezco sereno, la misma pregunta se repite con mayor intensidad y un dolor agudo en la cabeza me desgarra. “Desafío”, digo en un leve gemido, antes de que todo sea dolor y destrozo. Siento un horror fuerte y grito. 
—Qué mierda…—Digo al ver mi cuerpo cubierto de leche tibia y cereal, busco al autor del crimen y veo de pie a mi tía, la cual está apoyada en el marco de la puerta mirándome complacida y sombríamente. 
—¡Maldita seas Jack! Casi ya son las siete y veinte y tú aún sigues en cama. ¡Vas a arruinar todo! Entiéndelo. ¡To-do! No tienes idea de todo lo que esto, esto que hemos logrado hasta ahora, me ha costado a mí. Y, ¿sabes? Es hora de cumplir con tu parte… Mínimamente. 
—Basta, vieja estúpida.-Digo mientras me levanto de la cama.—Me visto rápido. 
—¿Qué parte de que no debes joder lo planeado no entiendes? Déjate de tonterías, no serás Jack, ¿entiendes? Crea a la persona que te dije, te demorará mucho más de lo que te cuesta ser tú. Ve al baño, ahora, ahí está todo lo que necesitas. ¡Apúrate! 
Sonrío hipócritamente y le muestro el dedo medio, para luego terminar en mi semblante de siempre, o sea desganado y obligado a vivir. Me dirijo al baño mientras me quito mi camiseta empapada con leche y con uno que otro cereal. 
"Vas a pasar el ridículo", dice mi mente y, bueno yo sé que es verdad. Mi primer día en esto, genial. Volteo los ojos y comienzo a abrir el paquete que se encuentra sobre el tocador del baño, y fue como me lo esperaba: soy un perfecto metrosexual. Saco los pitillos rojos oscuros, el polo negro con matices de colores fluorescentes, también veo que hay un reloj de un verde muy llamativo, cadenas, pulseras, un gorro y unos lentes de contacto, tuerzo los labios, estos me disgustan mucho, detesto ocultar mi identidad, mis ojos son mi sello, pero para efectuar el plan perfectamente, el cual ha tomado algo de nueve años si no me equivoco, no debemos dejar ni la más mínima  evidencia de quiénes somos en realidad. Miro todo el contenido de nuevo, distante, será un año muy raro, y más raro que eso, un yo homosexual reprimido. Quiero salir del baño y tropiezo con unas zapatillas rojas y negras. Plan perfecto. Michael Cooper, dieciséis años, chico extranjero y nuevo. Más gay antes que eso. Me resigno a esto, diciendo para mis adentros que lo atractivo de esto es la recompensa, jugosa y deliciosa recompensa que empezaré a saborear de aquí a una o dos semanas. Me quito los bóxers y me zambullo bajo la lluvia de la ducha, me lavo el cabello lo más rápido que puedo, ya que estamos algo tarde…, lo cual es perfecto para mí, digamos que, tengo otros planes. 
A los pocos minutos estoy listo, me siento algo extraño por mi apariencia, incluso tuve que utilizar algo de maquillaje, como base y sombras, para hacer más finos mis rasgos. Odio a la vieja, pero esto es lo mejor, así nadie sospechará quien soy en realidad… de paso que obtengo conejillos de india y tal vez hacer uno que otro experimento. Mis nuevos ojos son de un profundo azul marino con ligeros grises en las orillas de las iris. Me paso una mano por todo el rostro, me observo, recorriendo todo mi rostro con mis dedos…, me llaman la atención mis ojos, ya que dan la misma apariencia del sueño: de un color vivo pero de mirada vacía… y hueca.
 Salgo del baño, atravieso mi cuarto y llego a la sala en breve. Veo a mi tía recostada en el mueble jugando con las llaves del auto. Detiene sus dedos juguetones al notarme presente, la tenue sonrisa de su rostro se extingue en menos de un parpadeo y me hace una mueca ladeada y asiente con la cabeza.
 —Te ves bien. Deberías vestirte así más seguido, tal vez hagas amigos por alguna vez en tu vida.—Lanza el primer ataque. 
—Amigos gays. Y no tengo ganas de andar de novio con uno de esos raros.—Frunzo el ceño mientras nos encaminamos al garaje. 
—¿Que tal una chica? Creo que están de moda ese tipo de chicos medio vestidos de mujer.— No la soporto. 
—No me gustan ni los hombres ni las chicas, ¿entiendes? –Algo que siempre aclaro, odio este tema. 
—Sí, Jack. No eres humano y no eres un adolescente más que solo piensa en sexo.—Exacto, ¡felicidades! Te ganaste un día menos de vida. En hora buena.
 —Pues eso soy. ¿No que trabajo? Apúrate y vámonos de una vez. —Acelerando el paso.
 —Tan joven y tan amargado. Muévete, y agarra la mochila del mueble. Enserio que ir a una escuela sin mochila, ¿dónde tienes la cabeza?— Asquerosamente sonriente. 
—Se llama acostumbrarse a tener una tía que te organice todo y tú solo efectúes lo que dice. 
—Te recuerdo que es más tu asunto que mío.—Arqueando su ceja derecha, odio ese gesto. 
Suspira y se agarra la sien con la mano izquierda y suspira. Me mira señalando con la cabeza hacia la camioneta. Cojo la mochila y la tiro a un hombro y voy tras ella. Me abre la puerta del copiloto y me inserto en el auto, espero unos segundos pero noto que no entra, así que volteo y veo que ha regresado a la sala y ahora lleva consigo un pequeño cuaderno y un paquete. Entra y me tiende el cuadernillo. Levanto ambas cejas, no entiendo que pretende con ello. 
—No se abrirá ante ti por arte de magia. Que esperas, ábrelo. 
Lo abro y comienzo a pasar todas las hojas. Todo está lleno: gráficos, ilustraciones, mapas, horarios, instrucciones, fotografías, información. Esta será, en definitivo, mi Biblia de ahora en adelante de nuestro proyecto… y guía de ayuda del mío. 
—¿Y ahora qué?— Digo codeándole. 
Comienza a reírse para luego mirarme con cara amarga y cautelosa. 
—Oh, gran Jack. Espero estés bromeando, todo lo que haz hecho hasta ahora y me preguntas algo tan estúpido como eso. Dejas mucho que desear, no me vayas a venir con berrinches u otras tonterías porque me deshago de ti en una y nadie se entera de que moriste o siquiera de que alguna vez exististe.—Clavando su afilada mirada y bajándome de mis nubes, debo irme con cuidado con ella. 
—¿Y si alguien mayor que yo y de mi misma sangre muere hoy mismo mientras conduce?— Digo sonriendo y mirándola fijamente en busca de una ruptura o cambio en su semblante; sin embargo, es extrañamente inmutable. 
—Bien, creo que ese pequeño asesino-practicante en ti ya reaccionó. Tenemos hasta el 30 de noviembre para concluir esto. Todo está en ese cuaderno y hay de ti, escúchame bien, que alguien lo encuentre. Nos jodemos. Tú y yo.-Inhala y se serena un poco.— Ahí esta Harleth, te la presento.
 —Aún la recuerdo, bueno, apenas.—Digo con cierta amargura en la voz, venciendo el nudo en la garganta que se me había formado. 
—Pensé que no lo hacías, que buena memoria señor Jack. Bueno, empieza por todo lo que dice en las primeras treinta y siete hojas; ah, y al inicio hay una breve reseña de ella, luego fotografías e información básica. Y mis notas personales, claro. Puedes agregar las tuyas si gustas. 
 —Eso pretendía, no necesitaba tu permiso.—Poniendo fin a la “charla familiar”. 
Observo el paquete que llevo en mi regazo, dispuesto a abrirlo, pero me topo con el post-it verde que dice que debo abrirlo a la hora de mi primer receso. Hurgo en mi mochila azul y veo los cuadernos del día, algunos libros de ciencias y El corazón delator, de Allan Poe. Menuda indirecta. Y no, no soy un maldito débil como el protagonista del libro. 
Mi tía me pasa un dedo por la mejilla, captando mi atención, y señala a su izquierda, sonriendo: la escuela, donde va el común, los involucionados, los dormidos, los mediocres y demás; aunque, también es el lugar ideal para conseguir diamantes en bruto y moldearlos a mi conveniencia y, perfecto lugar para cazar conejillos de indias. Miro a todos los estudiantes que caminan por dicha avenida y alrededores, examino cada uno de sus rostros…, tan humanos, tan… extraños. Me quedo boquiabierto, no literalmente hablando, al notar a un rostro demasiado familiar entre la multitud. ¿Por qué? Maldita sea, ¡¿por qué?!, espero no me recuerde. No estabas para nada involucrada en mis planes, quería mantenerte lo más alejada de ello. No puede haber testigos…, lo siento.
Y ese es mi sensual capítulo 1 en Wattpad♥
Síganme y Voten :3
Cuídense, saludos :3

Cómo Todo Comenzó Tan... Simple

Hey, pues antes que nada darte la bienvenida al blog (: 
No tengo idea de cómo has llegado aquí, o si leerás esto
Capaz no pero por si lo haces...

Hola, soy Alexia Broussard
No realmente
En realidad es mi seudónimo de "escritora" 
Sí, "escritora"
Ya que es mi mayor sueño
Pero por ahora solo escribo en Wattpad
En realidad me llamo Ariel Torres
En fin
Mi primera publicación: Game of Two: Cards on the Table
Primer capítulo publicado a las 11PM de Julio del 2014
Pues recién comienzo así que no pido mucho
Me refiero a eso de los seguidores, leídas y votos
Sé que tiene futuro
En realidad recién escribo
Escribo hace 10 meses... creo
Sin embargo creo que lo hago notablemente bien
Y si no tienen idea de que estoy hablando o no sé
Pues les invito a pasarse por Wattpad y leerme
Es la primera novela que he publicado
Pues pienso publicar algo de 8
¿El título?
Verán comencé a leer de pura casualidad
Porque siempre odié leer
Odiaba todos los cursos de letras y sociales
Pero por algo banal que no pienso mencionar
Es que comencé a leer
Ya que me enfermé por algo de 2 meses y pues
No había mucho que hacer
Lo amé
Enserio lo amé♥
Y así al mes comencé a escribir
Esa primera novela pues... fue eliminada
Era mala, bueno
No mala pero yo no quería algo que pareciera tan adolescente
Y algo tan... común
Game of  Two fue algo que se me ocurrió
Tras una clase de álgebra perdida :D
No creo tener más que decir
Bueno estoy aquí escribindo la primera entrada de un blog 
Un blog donde publicaré los avances de mis libros
Fragmentos
Capítulos
Imágenes
De todo! (:


esto me recuerda perfectamente cuando le conté a mis padres lo que quería hacer... vivir de la escritura. Se negaron, pero yo no me negué mis sueño... y no lo pienso hacer

Cuídense, gracias por pasarse por aquí
Los invito a que me lean
Gracias :3
Cuídense